CABA: Porvenir incierto. La “Secundaria del Futuro” hoy

en El Correo Docente 16

Por: Rocío Fernández

El año pasado se anunció en CABA la implementación de la reforma “Secundaria del futuro” en 19 escuelas estatales. En el mes de febrero se sumaron diez escuelas privadas dentro de las “piloto”, situación que desmiente la idea de que la reforma iba a afectar solo al circuito estatal. En otros números de El Correo Docente explicamos la degradación educativa que conlleva la reforma y la importancia de dar esa discusión activamente.

Hoy por hoy, la reforma marcha a todo motor y lo cierto es que pareciera haber sido olvidada en la agenda sindical colapsada por la discusión paritaria y por el cierre de los terciarios tras el Proyecto de la UniCABA. El abanico de la reforma se abre y resulta más importante dar una batalla conjunta. Por eso, llama la atención que, en este 2018, Ademys no le otorgue la misma centralidad en sus proclamas que durante 2017 pese a que el 4 de abril pasado advirtió sobre el cese de horas de varios docentes de las escuelas piloto y sobre las amenazas de directivos a todo aquel que no quiera modificar su horario. Ahora más que nunca hay que volver a organizar a los docentes y colocar a la reforma como pilar en la agenda de lucha.

El proyecto de la incertidumbre

Desde marzo la reforma se implementó para los estudiantes de primer año. A sabiendas de su extensión en cada ciclo electivo se pidió a los docentes de todos los años que cambien sus planificaciones en función de las nuevas herramientas tecnológicas propuestas. Como ya dijimos en otra oportunidad, el gobierno sostiene que es un problema de método y las TICS van a resolver todos los problemas educativos. Si bien algunas escuelas cuentan con un coordinador para poner en práctica la reforma, en la mayoría reina la incertidumbre sobre cómo implementar el uso de las nuevas tecnologías en cada disciplina o de acuerdo a los nuevos proyectos por áreas. Para peor, la misma reforma desprecia la creación de lineamientos curriculares porque entiende que se trata de superar el debate disciplinar-interdisciplinar en post de propuestas formativas flexibles. Un reconocimiento del abandono de una escuela común y su reemplazo por múltiples fragmentos. La ausencia de capacitación para el uso de “plataformas virtuales” no es el único problema. Distintas escuelas piloto denuncian la falta de elementos fundamentales como impresoras o red de wifi. Es evidente que la “Secundaria del Futuro” es cartón pintado. Las escuelas carecen del equipamiento mínimo necesario. El gobierno lo sabe y por eso, uno de los caballitos de batalla para ganar la simpatía hacia la reforma, fue la creación de aulas digitales. Miles de escuelas hoy no cuentan con lo básico. ¿Estará dispuesto el gobierno a hacer la inversión que hace falta para escuelas postergadas hace décadas? Lo dudamos.

Algunas escuelas piloto se animaron a denunciar esta situación. Valga de ejemplo la carta publicada por los docentes de primer año de la Escuela de Danzas N° 1. Allí se expone la falta de condiciones para dar clases y las arbitrarias modificaciones del horario que obviamente afectan a los profesores a la hora de incrementar horas en un acto público. Además, denuncian que las horas acrecentadas carecen de financiación. Se pretende así que los docentes trabajen gratis.

Lo que aparece como “improvisación” por parte del gobierno en realidad forma parte de una estrategia: experimenta cuánto se puede avanzar sobre los derechos adquiridos por los docentes, cómo reemplazarlos por “facilitadores” y degradar aún más la educación de nuestros alumnos.

Entre la espada y la pared 

Está claro que la cuestión pedagógica poco interesa a los sindicatos. Algunas fuerzas de izquierda así lo confiesan: este es el tiempo de la paritaria. Pero hay que ver que la reforma llegó para quedarse y extenderse en todo el arco nacional. Lo alarmante es que nuestros dirigentes no tengan en cuenta que la reforma ataca directamente al rol del profesor. La caja curricular propuesta en términos técnicos no se dio a conocer y ningún coordinador sabe cómo implementarla. No existe porque no importa. Los mismos funcionarios lo confiesan cuando recurren a la “flexibilidad”. El problema es más importante que la pérdida de horas de los trabajadores de la educación: estamos ante la destrucción de la escuela misma.

Hace tiempo que los docentes de la Corriente Nacional Conti-Santoro advertimos que si queremos defender la carrera docente y el lugar de la escuela hay que ponerse en marcha. No alcanza con decir lo que no queremos, debemos proponer. Unicaba y reforma forman parte del mismo problema. Por eso llamamos de forma urgente a un Congreso de Educadores para defender la educación ante esta reforma que profundiza la degradación y viene por la escuela toda.

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