CHACO – Menos que alpiste

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Por: José Almeida

La provincia de Chaco hizo la tercera oferta paritaria más baja luego de Tierra del Fuego y Santa
Cruz. Recién el vienes 23 de febrero se concretó la reunión de la Comisión de Política Salarial y
Condiciones de Trabajo (paritarias) con 19 sindicatos docentes. La propuesta de la ministra de
Educación de Chaco, Mosqueda, fue de un aumento del 6% en dos cuotas: la primera en marzo, a
cobrar en abril y la segunda en junio, a cobrar en julio. A esto se le sumaría, por única vez, un
monto no bonificable y no remunerativo de $ 1600 por enero y febrero. De los sindicatos presentes, solo 2 consideraron aceptable la oferta. Rechazada en su mayoría, una nueva reunión se realizó el viernes 2 de marzo, el mismo día que se anunciaría el paro de CTERA. La oferta no fue muy distinta: 10 % en tres cuotas (4% en marzo, 3% en agosto, 3% en octubre) más 300 por el ítem título. Tal como vemos, las propuestas de pluses diferenciados (títulos, presentismo, cursos de capacitación) también ingresaron a la propuesta paritaria chaqueña. La magra oferta no sorprende si consideramos que, tanto el ministro de Hacienda (10%) como el propio Peppo, habían anticipado que la provincia no podía pagar el 15% ofrecido por Vidal en provincia de Bs. As.

Por otra parte, varios de estos sindicatos, entre oficialistas (incluido Utre – Ctera, quien acordó con
Macri en 2015 un salario del 20% por encima del SMVyM) y opositores (Atech y Sitech Federación), habían acordado una semana atrás un pliego de reivindicaciones mínimas. Por un lado, exigían que se convoque a paritarias a nivel provincial de manera urgente, un 37% de aumento salarial (cálculo de acuerdo a la pérdida del poder adquisitivo en 2017 e inflación proyectada para el 2018), reapertura de paritarias nacionales. Además, rechazaron el techo salarial y reclamaron por el blanqueo salarial. Es decir, que los montos no remunerativos y no remunerables sean en blanco.

Sin realizar asambleas por escuelas, el Frente Gremial lanzó una extensa medida de lucha: adherir al paro por 48 hs. lanzado por CTERA y agregar 72 hs. más: el 7, 8 y 9 de marzo. El día lunes se realizó una masiva movilización en la Capital y se realizaron asambleas en las plazas para evaluar la oferta del gobierno y la continuidad de las medidas. A lo largo de la semana se realizaron también distintas acciones de visibilización de los problemas de las escuelas. Paros, movilizaciones y disputa directa con el gobierno sobre los problemas reales de la educación chaqueña deben ser una vía de acción a profundizar las próximas semanas.

A ese muerto no lo cargo yo

Ya hace un año, venimos sosteniendo una idea en estas páginas. El affaire de las paritarias implica discutir quién aparece como el verdugo del ajuste. Nación se corre y le traslada todo el problema a las provincias. Para peor, no existe una auténtica discusión salarial en tanto sea la patronal la que fija unilateralmente el valor del salario. Precisamente eso es lo que hace Nación cuando lo ata, de por vida, al salario mínimo vital y móvil. Esta situación tiene un doble impacto a nivel provincial.

Por un lado, coloca un techo objetivo de lo que están dispuestos a asumir los gobernadores (nunca más allá de la referencia al salario mínimo vital y móvil) y todos recurren a las “herencias” para justificar que no quieren gastar más plata. Por otro lado, esa unilateralidad se expresa en las negociaciones provinciales cuando los gobernadores cierran la paritarias por Decreto, tal como ocurrió en Mendoza y aparece como amenaza latente en CABA y Buenos Aires. En suma, ambos expresan las consecuencias de un sistema educativo descentralizado. El gobernador Peppo se cansó de expresar en los medios que “vamos a hacer un esfuerzo enorme”, “la provincia también tiene un techo de recursos”, “tenemos el mismo presupuesto del año pasado” etc. ¿Todo esto para qué? Para justificar la propuesta miserable y las sumas en negro. Tal vez estiren su oferta al 12%, saben que los docentes no podemos vivir con ese aumento, lo que redundará en mayor empobrecimiento de los docentes, sobre-explotación y sobrecarga laboral. Usarán la mejora del 6 al 10 (y tal vez al 12) para aducir “buena voluntad” e inconformismo de los docentes. Toda una maquinaria perversa, pero muy clara y consciente. Buscan disciplinar a los docentes y deben hacerlo porque gran parte de nuestro salario depende del Estado Nacional a través de la coparticipación federal (FONID, fondos compensatorios, etc.) y la Nación ya avisó cuál es su techo. A Peppo y Mosqueda no les queda otra que ser más papistas que el Papa.

Ahora es el momento de golpear

Debemos organizar al conjunto de la docencia de forma independiente con una agenda propia. Hay
que aprovechar el momento de mayor fortaleza política al inicio de clases para golpear. Antes o después del cuarto intermedio que dio la patronal, cada escuela debe comenzar a discutir cómo enfrentamos el ajuste. Lo dijimos hace un año: hay que defender la paritaria nacional. Ese es el espacio para debatir un salario docente nacional único.

Tenemos que animarnos a luchar por un salario que nos permita una vida que valga la pena. No
debemos engañarnos. Equiparar el salario testigo con la canasta familiar es luchar por una vida de
pobreza. Si bien todo el mundo (incluso la burocracia) pide un salario igual a la canasta básica total,
pocos reflexionan sobre qué implica esto y sobre los montos. La canasta familiar es un indicador de
consumos mínimos de pobres y para pobres. Según el INDEC, una familia tipo vive con 17.000$.
Sabemos que eso no es así. Aceptar esa cifra no es más que un nuevo retroceso en nuestras condiciones de vida. El cuadro se agrava si consideramos que el trabajo docente presupone la adquisición de bienes culturales propios de la tarea: cursos, comprar libros y revistas, materiales didácticos, etc. Planificar, preparar clases, corregir, son tareas que hacemos en horario extra-laboral.

Deberían ser remuneradas y por eso, no alcanza con que el salario de un cargo garantice lo mínimo.
Un cargo, dos canastas para vivir en condiciones humanas. Cualquier otra ecuación implica la sobre-explotación y la lucha por migajas. El salario debe cubrir nuestras necesidades vitales y
culturales. Solo la unidad de todos los docentes del país puede encarar la magnitud de la tarea que
tenemos por delante. ¿Cómo podemos hacerlo? Los compañeros de la Corriente Nacional Docente
Conti-Santoro creemos que debemos empezar por defender estas consignas:

-Revisión Integral de todos los ítems que componen nuestro salario: blanqueo de todas las sumas
unificadas en el básico.

-Cláusula gatillo para la actualización automática del salario mes a mes.

-Fondo de Huelga para combatir la amenaza de los descuentos.

-Defensa de las condiciones de jubilación y del sistema previsional docente.

-Por una educación nacional centralizada, científica y laica.

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