Garantizar la miseria – Por Eduardo Cantero

en El Aromo nº 81

tareferos_2_BYNUn balance del accionar del Sindicato de Tareferos de Misiones

Desde el 2008, han surgido distintas agrupaciones sindicales que buscan organizar a los tareferos. En este tiempo, en alianza con el Gobierno, tanto provincial como nacional, no han modificado las condiciones de los trabajadores de la cosecha de la yerba mate en Misiones.

Por Eduardo Cantero (TES – CEICS)

La provincia de Misiones produce el 90% de la hoja verde de yerba mate que se consume en el país y éste producto se cultiva en más del 57% de las explotaciones agrícolas de la provincia1. La cosecha es realizada por obreros provenientes del campo, pero cada vez más de las periferias de las ciudades del interior provincial, entre los meses de marzo y septiembre. Según datos del Censo de Tareferos realizado por la UNaM, existen alrededor de 15 mil tareferos en la provincia, tal como se denomina a los cosecheros en esta actividad.2

Desde el 2008, han surgido distintas agrupaciones sindicales con base en un espacio geográfico determinado, que buscan agrupar en su interior a los tareferos. El Sindicato de Tareferos de Montecarlo, el Sindicato de Tareferos de Jardín América (Si.Ta.JA) y la Asociación Tareferos de la zona Centro con sede en Oberá son alguno de esos intentos.

Un poco de historia

La organización gremial de los tareferos es algo reciente en la provincia. En 2009, en Montecarlo, localidad del norte de de Misiones, se constituyó un sindicato de tareferos bajo el paraguas de la CTA Michelista, que nucleó a la mayoría de los obreros rurales de esa localidad y de localidades cercanas. Dos años después, en 2011, se creó otro Sindicato de Tareferos, esta vez en la localidad de Jardín América. Mediante el apoyo del Gobierno nacional y provincial, el Si.Ta.JA. (Sindicato de Tareferos de Jardín América) logró un importante desarrollo que le permitió transformarse en un sindicato de alcance provincial. Hoy cuenta con 3.000 afiliados y, liderado por Antenor Alves (ex dirigente local de UATRE), se presenta como representante de los obreros rurales.3 Desde marzo del año pasado el Sindicato cuenta con el carácter de Asociación Gremial de primer grado mediante la resolución Nº 222/13 del Ministerio de Trabajo, Empelo y Seguridad Social de la Nación.

El Si.Ta.JA. mantiene una relación política con el RENATEA (Registro Nacional de Trabajadores y Empleados Agrarios) y la organización CANPO, un armado kirchnerista dirigido por técnicos de la subsecretaría de la agricultura familiar, quienes le proveyeron la asesoría jurídica para llevar adelante la tarea de organizar el sindicato. El SITAJA cuenta con tres años de existencia. Un repaso sobre sus propuestas y acciones permitirá reconocer si ha logrado o no mejorar las condiciones materiales de los tareferos.

El programa sindical

En el sindicato, se desarrollan talleres orientados a formar a sus afiliados en oficios como albañilería, carpintería o desarrollo de huertas familiares. Para esto, trabaja en conjunto con el Estado provincial y nacional, promoviendo distintos programas como el ProHuerta, en el que se buscaría fomentar el desarrollo de huertas y la creación de un mercado concentrador donde los tareferos puedan vender su producción. Estos talleres buscan que los trabajadores desarrollen herramientas para hacer frente al periodo de interzafra, en el que no pueden ejercer su tarea. Se propone entonces una salida de subsistencia, para que el tarefero sobreviva durante seis meses, en vez de luchar por un mejor salario que le permita subsistir dignamente los momentos de baja demanda laboral. Es decir, se abandona el reclamo histórico de los planes interzafra para dejar a estos obreros librados a su suerte.

Durante estos tres años de existencia, el sindicato, que nuclea a una de las fracciones más pauperizadas de la clase obrera en la provincia, ha llevado adelante escasas medidas de fuerza de cierta relevancia. Se registra la toma, en 2013, del predio de la empresa Mate Rojo, que se realizó en reclamo por el despido de una cuadrilla de trabajadores en Jardín América. Asimismo, en septiembre del presente año, acompañó a obreros industriales del Secadero de Yo-La-Vi en un corte de acceso de la planta por un reclamo para reducir la jornada laboral y aumentar el valor de la hora de trabajo.

En cuanto a las condiciones de trabajo, ha organizado una marcha en repudio por el accidente de tránsito que en junio del año pasado costó la vida de varios tareferos. Sin embrago, no le dio continuidad a este reclamo, a pesar de que en la actualidad el transporte de los trabajadores sigue siendo un problema, pues el plan presentado por el Gobierno provincial, para comprar colectivos que dejan de funcionar en las empresas de transporte urbano, no alcanza para los entre 15 y 24 mil trabajadores rurales de la yerba mate.

Una de las acciones que más se ha repetido en estos tres años, y que puede ser reconocida como un mérito, son las denuncias constantes de campamentos ilegales, donde la explotación llega a niveles infrahumanos. Las denuncias se presentan ante el RENATEA para que éste los desarme y tome acciones económicas y legales contra ellos. También han elevado al Gobierno provincial varios reclamos, expresados por dirigentes de primera línea del sindicato, acerca de los pagos y los montos de la interzafra, los salarios retenidos por el ANSES, la puesta en marcha de la corresponsabilidad gremial4 y las condiciones médicas de los trabajadores. Pero estos reclamos no van más allá de charlas con representantes del Gobierno y notas publicadas en periódicos locales.5

Por otro lado, si se tienen en cuenta las acciones más cercanas en el tiempo, ocurridas en el mes de agosto, ha sido escasa, sino nula la acción del sindicato. Por un lado, ante “La marcha de los olvidados” que desde Montecarlo bajó hasta la capital provincial, para reclamar en las oficinas de la ANSES por el pago de la sentencia judicial (que obligaba a esta repartición a devolver la quita compulsiva de asignaciones familiares a tareferos), el sindicato no tuvo participación por tratarse de sectores afiliados al sindicato de tareferos de Montecarlo. Tampoco participó en la protesta de un grupo de tareferos de Oberá. Estos trabajadores habían realizado un acampe de seis días en la plaza 9 de Julio frente a la Casa de Gobierno, en reclamo por subsidios y pensiones para sobrevivir durante el período de interzafra. Luego de una lucha, obtuvieron un subsidio de $1000 y un aumento de la tarjeta social a $500. El sindicato solo acompañó sobre el final de la misma pues se trataba de un sector no afiliado. En lugar de bregar por la unión y solidaridad de los tareferos, los divide.

Según sus autoridades6, el logro más importante del sindicato en éstos tres años es la organización de un encuentro nacional anual de tareferos en el que participan afiliados del gremio y tareferos no sindicalizados. También es común la participación de funcionarios nacionales y provinciales y de agrupaciones políticas cercanas a estos gobiernos. El último encuentro fue realizado en marzo de este año en Aristóbulo Del Valle. El encuentro, con la intención de ser una muestra de fuerza del sindicato y la CANPO en la provincia, fue usado como plataforma de lanzamiento para Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados nacional, como precandidato presidencial.

Por último, de la entrevista que realizamos al Secretario General del Si.Ta.Ja, se desprende que el sindicato promueve una alianza con el sector contratista (empresas que contratan la mano de obra de los tareferos para que cosechen en yerbales de terceros). Esta alianza se plasma en el pedido conjunto de una plaza para ambos sectores en el directorio del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate) e integrar la mesa de enlace que define el precio a pagar por el kilo de yerba mate cosechada, es decir el salario del tarefero. Según la lógica de sus dirigentes, si el contratista cobra más, dará un mejor salario a sus obreros. Es ésta lógica la que lleva a encarar los conflictos en alianza con este sector patronal, desde una posición dialoguista.

Los tareferos hoy

La vida de los tareferos sigue siendo hoy muy similar a como era antes de la aparición del sindicato. Sus condiciones materiales de vida y trabajo no variaron sustancialmente. El carácter estacional de la tarefa, de seis meses de duración, no garantiza la subsistencia a lo largo del año y no está asegurada la continuidad al año siguiente. Las condiciones en que ésta se desarrolla siguen siendo precarias: la gran mayoría de los obreros aún van a los yerbales en camiones sin las condiciones mínimas de seguridad y son instalados en campamentos –asentamientos dentro de los yerbales- sin luz, agua ni las condiciones mínimas de higiene.

El salario de un obrero sigue siendo ínfimo: por cada kilo que cosecha recibe el 15% del valor del kilo de hoja verde en el mercado. El subsidio por interzafra, unos $600 por mes otorgado por el gobierno entre los meses de octubre y enero, no alcanza a cubrir las necesidades de los obreros. Además, este subsidio sólo lo reciben los relativamente escasos obreros que están legalmente registrados. Para acceder al mismo es necesario haber trabajado en blanco al menos seis meses y el trabajo en negro sigue siendo una de las características de este tipo de ocupación. Pero en lugar de luchar por el aumento de estos planes, el sindicato busca que los obreros vivan de una huerta.

En definitiva, tres años de trabajo sindical, con apoyo de los gobiernos nacional y provincial kirchneristas y en alianza con el sector patronal de contratistas de mano de obra, no han modificado las condiciones materiales de reproducción de los trabajadores de la cosecha de la yerba mate en Misiones. Esto es lo que tiene para ofrecerles el sindicalismo kirchnerista. La mejora de sus condiciones dependerá de que los tareferos puedan organizarse de forma independiente de sus patronales y del Gobierno.

Notas

1 Según datos del Censo Nacional Agropecuario 2008 difundidos por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos de Misiones.

2 http://goo.gl/vQuLFO

3 Parte de los datos presentados en ésta nota fueron obtenidos de una entrevista que el autor realizó a Alves y que se encuentra en su archivo audiovisual.

4 Para ver una crítica a estos planes ver: Harari, Ianina: “Tiro de gracia al ANSES. Los Convenios de Corresponsabilidad Gremial o cómo generalizar la paupérrima seguridad social de los peones rurales”, en El Aromo, n° 78, mayo-junio 2014.

5 http://goo.gl/wPz8eg

6 Estos datos surgen de una entrevista con el secretario general del Si.Ta.JA mencionada arriba.

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