Las migajas del cosmonauta

en El Aromo n° 43

Aunque reconocido como un artista revolucionario, las obras de Berni reflejan la conciencia social de la burguesía ante los oprimidos antes que la fuerza de la clase obrera como portador de la transformación social.

Maximiliano Vega

Club de Amigos de la Dialéctica – CEICS

No hay muchos artistas plásticos que sean conocidos a nivel popular como lo es Antonio Berni. Quizás, si se le preguntara al común de la gente cuál es la pintura que más le gusta de este artista, no recuerde el nombre o, incluso, ni siquiera lo sepa. Pero sí, muy probablemente, asocie al arte de Berni con lo “social”, es decir, con un contenido político explícito. Y esto, desde ya, no es por pura casualidad. Allá por la década del ‘30 Antonio Berni formuló su Nuevo Realismo, después de abandonar la pintura surrealista, de afiliarse al Partido Comunista Argentino y de entablar contacto con el muralista mexicano Siqueiros. Este estilo desarrollado por Berni señalaba cual era su visión del arte en general y de la pintura en particular. Al respecto decía: “el aislamiento no existe, es un mito. Aún el que dice que no está con el compromiso, se engaña. Niega que, en realidad, lo que pasa es que está comprometido con otra cosa. Siempre hay un compromiso.”11 Aunque durante los ‘40 y ‘50 aparecieron, por momentos, otros lenguajes plásticos, no abandonó esta idea del arte que recobrará más fuerza durante la década del ‘60 con la creación de sus dos personajes más conocidos: Juanito Laguna y Ramona Montiel.22

A la sombra del humanismo burgués

En 1961 se presenta Berni en el tema de Juanito Laguna, en la galería Witcomb. Allí el artista rosarino expone grabados, collages y tintas que después serán enviados a la XXXI Bienal de Venecia, en la que obtendrá el Premio Oficial de Grabado y Dibujo, la mayor distinción que lograra un artista argentino. Para esta época Berni recupera el collage, técnica que no utilizaba desde su período surrealista. Los primeros trabajos eran xilo-collages con color, en formato grande, entre los que encontramos Juanito con pescado, Juanito bañándose, Juanito pescando, Juanito cazando pajaritos y Juanito pesca con red. En estas obras ya puede señalarse la intención del “reciclado”, el uso de materiales para ordenarlos estéticamente, según su brillo, su color o su forma. También en esta misma temática encontramos los óleocollages. Para estos procedimientos el artista incorpora materiales en desuso: chapas, cartones, latas, plásticos, maderas y demás elementos que formaban parte de esos barrios a los cuales denominaba “marginales” y que eran propios del mundo de Juanito. El uso de diferentes técnicas está en estricta relación con el hecho de buscar la mejor manera de expresar una visión de la realidad y Berni entiende que ésta es la mejor manera de hacerlo. Por su parte, Ramona hace su aparición triunfal en la escena artística en 1963, en la Galerie du Passeur, París. No es extraño que la primera muestra realizada exclusivamente sobre Ramona, se haya hecho en esta capital, dado el contexto tanguero del personaje. Como señala Rafael Squirru, según le confió el propio Berni, este nuevo personaje ha sido la resultante de un collage entre “Milonguita” y “Marilyn Monroe”, es decir, que posee tanto de aquellas inmigrantes que arribaron al país, como de la muchacha de barrio. Además, dicha muestra significó un evento consagratorio para Berni ya que fue prologada por el crítico y poeta Michel Ragon, un “figurón” del aparato cultural del PC francés.33 Lo que se conoció como la serie de Ramona, incluía Ramona obrera, Ramona costurera, Ramona pupila, Los padres de Ramona, La madre de Ramona, El padre de Ramona, Los protectores, El embajador, Los toreros. También aparecen, El obispo, El religioso griego y El coronel, entre otros. Aquí, el artista desarrolla lo que se conoció como xilo-collagerelieve, en las que incorpora telas, monedas, puntillas, objetos de yeso y demás accesorios que le permiten recrear el mundo de Ramona, invadido por el lujo fingido, es decir, por lo kitsch. En esta oportunidad, también, encontramos el recurso narrativo pero desarrollado de un modo más acabado. Berni logra mostrar a Ramona desde su origen humilde hasta sus sueños de grandeza, pasando por la entrega a los poderosos. Si bien en ambos personajes podemos observar ciertas diferencias formales, lo más importante de señalar es la similitud del contenido. Tanto Juanito como Ramona no son capaces de reconocerse en esa humillación diaria. Berni no les brinda “conciencia” a sus personajes para reaccionar contra quienes generan, justamente, esa realidad. Entonces, sólo se transforman en “un símbolo” para “sacudir la conciencia de la gente”, es decir, que utiliza a estos personajes a modo de denuncia contra las injusticias del sistema. Incluso con Ramona va un paso más y la entrega a los Monstruos44 (1964-1971), construidos con rezagos del capitalismo para que la devoren. Berni sacrifica a sus personajes para que el resto de la sociedad tome conciencia de lo que sucede. A modo de continuar con el análisis, nos detendremos en una obra de este período para observar estas apreciaciones en el plano formal.

“El Cosmonauta saluda a Juanito Laguna a su paso sobre el bañado de Flores”

55 La escena puede dividirse en dos planos. En el inferior, observamos a tres chicos, entre los que está Juanito, rodeados de objetos de desecho. Uno de ellos sostiene con sus manos un carrito y los otros dos van sentados. Algunos poseen mayor carga de materia al momento de trabajarlos, además de estar resueltos con pinceladas rápidas y sutiles. El mundo “inferior”, nos señala la realidad de miles de chicos como Juanito, que entre hierros, maderas, chapas, cartones y demás materiales en desuso, viven su realidad como pueden y juegan con lo que tienen a su alrededor. Por detrás, se observan las casas del fondo resueltas de la misma manera que en su etapa informalista, pero aquí no las sugiere con pintura sino que incorpora directamente chapas. En cambio, en el otro mundo, en ese segundo plano de la obra, se alza por sobre el horizonte el cosmonauta, que estaría representando los avances científicos logrados por las potencia mundiales. Hay que recordar que este momento se enmarca en la llamada la “carrera espacial”, entre la URSS y los Estados Unidos. A su paso, la nave espacial, no hace más que dejar en evidencia la tan pronunciada contradicción entre esos dos mundos, que dicta que para que uno subsista irremediablemente necesita del empobrecimiento del otro. Incluso la cantidad de materiales utilizados en la parte inferior, se contrapone con la “serenidad” que muestra el fondo. Es una superficie de color anaranjada completamente lisa, sin texturas. La nave está hecha con una chapa delgada, en la que pueden verse remaches con los cuales se unen las piezas y, en el interior, se lo ve al cosmonauta saludando a través de una ventana circular. Hay que señalar también que, en el momento en que Berni realiza estos cuadros, artistas como Macció, Noé y de la Vega, están desarrollando su “neofiguración”. Ellos proponían rescatar a la figura humana del “caos”, de una manera existencialista. Si bien Berni, emplea cierto proceder en esta sintonía, no rescata de allí a sus personajes y, como hemos señalado más arriba, sólo denuncia la situación que les toca vivir.

Al calor de la lucha de clases

En la obra de Antonio Berni observamos la preocupación por entender al arte asociado a la realidad. Como señala él mismo, “en donde el cómo pintar se complete con el saber qué pintar, para lograr máxima identidad entre forma y contenido”66. Incluso sin caer, estrictamente, en un “arte panfletario”, entiende que el panfleto puede ser una obra de arte. Con respecto a este punto es interesante citar a José Julio Pereiro, integrante de la Mutualidad de artistas formada por Berni, que señalando la relación entre el collage y el fotomontaje dice: “así hizo Berni un retrato de Stalin, con más de 3mts. de alto, para un comité de la calle Alvear –entre San Juan y San Luis-donde ayudaban al proselitismo pintando carteles políticos. Berni y algunos de sus ayudantes y discípulos, consideraban que era parte indisoluble de la vida interpretar la actividad política, colaborar en las campañas de agitación e integrar a ellas la producción artística. Así podían intervenir en la discusión de las ideas con ideas, sin bombas.”77 Pero aunque Berni denuncie la realidad de los “oprimidos”, su arte no escapa de lo sentimental. No escapa de esto porque el programa que lleva adelante no ofrece otra lectura. Y el programa que lleva adelante, no es otro que el del Partido Comunista. Su alianza con sectores de la burguesía88 es la que permite entender, no sólo, por qué Berni ha calado hondo en la “Institución Arte”, sino también, por qué éste es un terreno propicio para aquellos que quieran ocuparse de los pobres y de la, tan nombrada, “inclusión social”. Aquí, la burguesía “progre”, como pez en el agua, sacará a relucir su compromiso con todos los Juanitos habidos y por haber y aprovechará para destilar sus valores y su moral. No por nada el gobierno de Néstor Kirchner declaró al año 2005 como: “Año oficial de homenaje al pintor argentino Antonio Berni”. Aún con las limitaciones que plantea dicha postura, la burguesía se encargará de enfatizar la mera denuncia y arrastrar así, a los artistas, a explotar su costado catártico. Y, a lo sumo, mostrar que se puede transformar “esto” o “aquello” y, quizás, después “esto otro” pero jamás dirá que es el “todo” lo que hay que cambiar. Porque eso significaría terminar con el sistema que le da vida como clase dominante. Pensar que en el arte los intereses de las clases antagónicas se reconcilian, es falso. Lo que la clase obrera no dice, la burguesía lo hará una y mil veces, si es necesario. Por eso resulta indispensable alzarse con un programa revolucionario, que presente lucha en el campo intelectual y que no deje flancos abiertos por donde penetren las migajas del humanismo burgués.

Notas

1 La Maga (Colección), marzo, 1997

2 Ambos personajes hicieron su primera aparición durante la década del ´50. Se conoce un dibujo de Juanito en 1956. En 1959 aparece la pintura La Boda, donde se aprecia una joven Ramona a punto de casarse. Será durante los ‘60s que se instalen en el medio artístico de manera definitiva

3 García, Fernando: Los Ojos. Vida y pasión de Antonio Berni, Editorial Planeta, Bs As, 2005

4 En 1965 se expone en el Instituto Torcuato Di Tella Los monstruos del infierno disputándose a Ramona, integrada por La voracidad y La hipocresía

5 1961. Oleo y collage s/ madera, 200 x 122 cm. Colección particular. Envío a la XXXI Bienal de Venecia.

6 Sendra, Rafael: El joven Berni y la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos de Rosario, UNR, 1993

7 Ídem, p. 45

8 Véase en El Aromo del mes pasado nuestro “Chacareros oportunistas”.

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