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El desarrollo del capitalismo en Argentina

• Entender los procesos históricos que construyeron este presente presupone un conocimiento científico de las relaciones de fuerzas materiales que cimentan la vida social. Pero esa relación de fuerzas materiales no es más que la expresión de un grado de desarrollo de la acumulación del capital y de las peculiaridades que ella asume en la Argentina. Se trata, entonces, de reconstruir el conjunto del proceso de acumulación del capital en Argentina. Para eso, el estudio de los procesos de trabajo se presenta como un ángulo de entrada particularmente importante, en tanto permite observar la explotación (y por ende, la acumulación) allí donde ella se realiza, es decir, en la fábrica. Construir una historia de los procesos de trabajo es, entonces, el punto de partida del análisis. Desglosar rama por rama y establecer las etapas de desarrollo de la explotación del trabajo por el capital, los momentos de génesis, expansión y agotamiento de las sucesivas figuras de dicha explotación (cooperación simple, manufactura, gran industria), constituye la investigación “basica”, desgajada de toda “aplicación inmediata”. Es sobre esa base que puede darse cabida al estudio de otros momentos del proceso de acumulación, tales como la concentración y centralización del capital y la medición de tasas de explotación, ganancia o composición orgánica, las vías por las cuales, a su vez, observar las causas del movimiento de la estructura económica. De aquí al análisis de la crisis hay un paso relativamente menor.

• Pero la investigación se quedaría en la mitad si no atendiera a las especificidades que necesariamente tiene el desarrollo capitalista en cada lugar en que se produce. En el caso argentino, hay dos elementos a considerar: la competencia externa y la centralidad de la producción agropecuaria pampeana. En torno al primer elemento se ordenan las temáticas del imperialismo, las luchas intraburguesas y la intervención estatal en la economía. En torno al segundo, ocupa un lugar clave la temática de la renta. El estudio de los intercambios internacionales completa la perspectiva devenida del análisis de las figuras de la explotación, la concentración y centralización y la evolución del índice de composición orgánica y las tasas de explotación y ganancias. Este conjunto es el que constituye el marco de explicación de las luchas intraburguesas y de las políticas económicas. Pero aún este conjunto no se comprende claramente si no se presta atención a la evolución y las características de las ramas rectoras de la economía, es decir, de aquellas que constituyen el corazón de la acumulación en el conjunto del capital local. De allí que el análisis de producción agropecuaria pampeana y, por ende, de las diversas modalidades de la renta (absoluta y diferencial) se convierten en la llave que abre la puerta a la explicación de la dinámica diferencial del capitalismo en Argentina. Aquí entonces, la pregunta es: ¿hemos llegado al final del recorrido de esta formación social, la presente crisis expresa su agotamiento definitivo o más bien queda un largo trecho a recorrer aún en su interior?

Las clases sociales

• Estudiar las clases sociales en la Argentina implica estudiar la génesis de su burguesía, sus transformaciones y su agotamiento, al mismo tiempo que la génesis, las transformaciones y la disolución del proletariado como clase. Implica también observar, en el proceso de polarización que produce el desarrollo capitalista, la evolución de la pequeña burguesía como momento de pasaje de dicha polarización. En torno a la clase dominante existe un considerable debate, no zanjado en parte porque no existe una investigación sistemática de la evolución de largo plazo de la burguesía argentina. En general, los estudios se focalizan en un momento del desarrollo de la clase para, a partir de allí, transformar las peculiaridades circunstanciales en determinaciones genéticas. La construcción de una historia de la burguesía en Argentina está todavía pendiente. Algo similar ocurre con el proletariado. Peor aún, la pequeña burguesía ha sido convocada para resolver varios problemas historiográficos, desde el radicalismo hasta el Argentinazo y, sin embargo, no ha merecido ningún estudio serio más allá de largas peroratas sobre la “clase media”. El estudio de los procesos de trabajo y de la concentración y centralización del capital según rama, abre el camino para el conocimiento científico de las clases sociales. Esas clases sociales se expresan, primariamente, en el plano corporativo. Por ende, resulta imposible no incorporar a su estudio, a las corporaciones que dichas clases se han dado en el curso de su constitución como clases.

• Entonces, reconstruir la historia de las clases en la Argentina implica seguir el surgimiento de la burguesía terrateniente bajo el Virreynato, verla proyectarse en la Revolución de Mayo, transformarse en clase dominante con Rosas, en clase nacional con Roca, reconstituirse entre el agotamiento del imperialismo inglés y la emergencia del norteamericano, y disolverse como tal clase dominante nacional en el proceso que culmina en nuestros días. Reconstruir la historia del proletariado es estudiar su génesis en las vaquerías, su constitución como clase como resultado de la oleada inmigratoria de comienzos del siglo XX, su transformación en clase nacional bajo el peronismo, su fracaso en convertirse en clase dominante en los '70 y las consecuencias de ese fracaso en la situación actual de la clase, así como las potencialidades que ella abre. Significa seguir la evolución de la pequeña burguesía, desde su momento fundacional como base de masas de las luchas intraburguesas en el proceso que va de la revolución del '90 hasta el triunfo del radicalismo, su transformación en base de masas de la alianza antiperonista, la crisis que la atravezó en los '60 y '70, hasta su incorporación actual al campo de lucha del proletariado. Aquí la pregunta a responder es: ¿han llegado las clases al momento culminante de su evolución histórica posible en la Argentina , es decir, la burguesía al punto de su disolución como clase dominante y el proletariado a la condición de transformarse en caudillo nacional?

• Los partidos políticos

• Sin embargo, ninguna de estas historias estaría completa sin observar los alineamientos políticos que las clases van conformando, es decir, la expresión de las relaciones de fuerzas materiales como fuerzas sociales organizadas. Es decir, es necesario prolongar el análisis hacia la construcción de una historia de los partidos políticos. Pero una historia de tales partidos es indisociable de una historia del Estado y sus instituciones y, por ende, de la constitución y desarrollo de la democracia burguesa, es decir, los elementos más “materiales” de las superestructuras. No es posible entender las transformaciones actuales de la Argentina si no se comprenden las razones de la disolución de los viejos partidos de masas.

• Entender este proceso actual requiere recuperar el sustrato material sobre el cual se yerguen las superestructuras que entran en crisis. En concreto, implica estudiar las bases sociales cambiantes del radicalismo y del peronismo, pero también la evolución de la izquierda y sus avatares, desde la calidad de fuerza de masas antes del '45 hasta su marginación durante los veinte años siguientes, el renovado protagonismo de los '70 y su recomposición y crisis posterior. El estudio de los partidos es también el estudio de los programas, métodos de construcción y obstáculos que enfrentaron, la medida en que expresaron o no intereses reales o imaginarios. Aquí, la pregunta a responder sería: ¿están los partidos políticos que intentan expresar los intereses de las diferentes clases a la altura de la tarea que les corresponde hoy, es decir, están los partidos burgueses en condiciones históricas de relanzar el dominio burgués y los partidos de izquierda de constituir el partido de la revolución?

• La vida cultural

• Por tal entendemos todo lo que atañe a la hegemonía en sus aspectos ideológicos, es decir, consensuales. El estudio de la vida cultural no es más que el análisis de los mecanismos por los cuales las ideas de la clase dominante se transforman en las ideas dominantes. Es también el estudio de las razones por las cuales dichas ideas dominantes entran en crisis y se derrumban, para ser reemplazadas por otras del mismo tenor o no. El estudio de las ideologías y las formas que asumen las respectivas conciencias de las clases que componen la sociedad argentina es el centro de atención del análisis “cultural”. Se trata, entonces, del análisis de los elementos más “simbólicos” de la superestructura. Los estudios “culturales” en la Argentina (y en general) tienden a descontextualizar este problema de la formación, desarrollo y crisis de las superestructuras, de modo que todo está por hacer en este punto.

• Estudiar las superestructuras ideológicas en la Argentina obliga a examinar la historia del liberalismo, de su despliegue, su cenit y su agotamiento, la forma en que tiñó todas las otras formas ideológicas y las obligó a someterse a sus dictados. Significa también preguntarse por la peculiar fuerza del reformismo en la sociedad argentina y, por ende, por la debilidad de las ideologías más conservadoras o más revolucionarias. Significa estudiar la emergencia, al calor de la lucha de clases, de polos ideológicos enfrentados que representan alternativas antagónicas de resolución de la lucha de clases. En este punto, la pregunta es: ¿cuáles son los obstáculos ideológicos que debe enfrentar la construcción del partido revolucionario y, por ende, cuáles son las ventajas ideológicas de la burguesía argentina?

• Los procesos de lucha

• El estudio de la lucha de clases, es decir, de cómo estallan las contradicciones incubadas en el seno de la economía y transmitidas a todo lo largo de la estructura social, proceso en el que cada nivel termina agregando las suyas propias, requiere algo más que el análisis aislado de hechos. Requiere la reconstrucción de los diferentes momentos por los que atraviesa la lucha de clases, desde que comienzan como expresiones larvadas hasta que estallan en forma abierta en grandes combates de clase. La reconstrucción de dichos procesos permite observar el devenir del conjunto de la estructura hecha vida latente, es decir, confrontación, movimiento. El recorrido de la lucha de clases no es más que el camino hacia la revolución, de modo que su estudio no consiste en otra cosa que iluminar las diferentes fases de ese proceso, hacerlo consciente y, por ende, pasible de ser conducido por la clase llamada a protagonizarlo.

• ¿Qué momentos constituyen el proceso de lucha que construye esta formación social y procede luego a cuestionar para, finalmente, destruirla? Es decir, ¿a qué procesos de lucha hay que prestar atención? Indudablemente, la Revolución de Mayo, Caseros, el '90 y el golpe del '30 constituyen hitos de la lucha burguesa. La Semana Trágica , el 17 de octubre, el Cordobazo y el Argentinazo lo son de la lucha obrera. Es posible desglosar estos momentos en sus instancias menores y así multiplicar los enfrentamientos que deben ser estudiados. Pero ninguna sucesión de estudios puntuales otorgará sentido a la materia histórica si la fotografía no es recompuesta como película, es decir, el hecho como proceso. La pregunta es: ¿en dónde está la lucha de clases hoy, en el momento de reconstrucción de una estructura o en el momento de su destrucción?


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